jueves, 28 de agosto de 2008

Luces y sombras de Lewis Hamilton



No vamos a engañarnos a estas alturas de la vida. Lewis Hamilton no cae bien a (casi) nadie en España. Y podríamos decir que el chaval se lo ha ganado a pulso. Pero una cosa es eso, o las fanfarronadas que suelta por esa boquita y otra es quitarle el mérito que se merece o minusvalorar aquello que consigue dentro de los circuitos. Porque no nos olvidemos de que Hamilton es el actual líder del mundial. Y mucho van a tener que luchar sobre todo en Ferrari ya que la regularidad del británico le ha permitido subir al podio en 6 de las 10 pruebas disputadas hasta ahora.


Que es un gran piloto no creo que nadie lo discuta, o al menos no deberían, pero un grande lo es dentro y fuera de la pista. Frases como "Yo soy el mejor. No necesito motivación extra" o "Voy a encadenar 15 podios seguidos" demuestran que, además de que no tiene abuela, le sobra una gran dosis de arrogancia y prepotencia. Suponiendo que fuera el mejor (el mejor coche lo lleva, lo de mejor piloto ya me crea dudas...), esas cosas no se deben decir, querido Lewis.


Y no deben decirse porque si no puede pasar lo que le pasó. Que del reto de los 15 podios pasó a ser el décimotercero en Bahrein porque se volvió a hacer un lío (como ya le pasara en Brasil 2007) con los botones del volante accionando el controlador de velocidad. Si es que por la boca muere el pez.


La siguiente "pifia" de nuestro querido hijo de la Gran Bretaña tuvo lugar en Canadá, cuando a la salida de un repostaje que hicieron a la vez Raikkonen, Kubica y él, el inglés no vio el semáforo en rojo a la salida del pit lane y se llevó puesto al piloto de Ferrari, rompiéndole el alerón trasero e impidiendo que continuara la carrera. Lewis tampoco pudo continuar.


Pero parece que, a pesar de todo, la suerte no abandona al inglés. Así sucedió en Hungría hace unos días cuando a 29 vueltas para el final pinchó una rueda que le retrasó del primero al sexto puesto. Y cuando Felipe Massa ocupó su puesto liderando la carrera rompe el motor de su Ferrari con lo que el bueno de Lewis consiguió quedar en quinta posición y, sobre todo, que su rival más directo no puntuase en esa carrera que ya tenía ganada. Ya quisieran muchos quedar en quinta posición tras pinchar un neumático.


Y algo parecido le sucedió en Turquía 2007 cuando de nuevo pinchó, pero esta vez la proximidad al pit lane hizo que apenas perdiera unos cuantos segundos en volver a la carrera. Poco para lo que podía haber sido.

Sea como fuere, el caso es que en unas ocasiones por la suerte, en otras por su propio equipo para el cual es el niño mimado a pesar de tener como compañero a un bicampeón del mundo, e incluso por decisiones de la propia FIA (rebautizada (MA) FIA por algún perspicaz), cuando a Lewis Hamilton no le acompaña su talento ya hay otros para solucionarle los errores. Difícil será olvidar las cacicadas de Hungría y Alemania del año pasado y que fueron las causantes de esa animadversión patria por el piloto inglés ya que perjudicaron de lleno a Fernando Alonso.


Pero ahora todo ha cambiado. La lucha de Fernando es otra. El objetivo de su equipo es quedar por delante de Toyota en el mundial de constructores y el suyo propio es hacerlo lo mejor posible. Mientras, Hamilton lucha por el título. Pero ya lo dijo Alonso muy claro a principio de temporada: " Prefiero estar en un equipo en el que si quedo octavo ellos quieren que quede séptimo a uno en el que si quedo segundo, prefieren que quede cuarto". Más alto sí, más claro...


Enemistades y líos aparte, y como comentaba al principio, al César lo que es del César y aunque a muchos no nos guste, Lewis Hamilton es un gran piloto y ya lo ha demostrado en numerosas ocasiones. Es el piloto más joven en ganar un gran premio (Canadá 2007) y el segundo que se disputa el título hasta la última carrera en su primera temporada en la F1. Y en vista de que el talento lo tiene, lo que le falta es experiencia. También le sobra soberbia, prepotencia y ambición. La ambición que le llevó a perder el pasado mundial cuando lo acariciaba con la punta de los dedos a falta de dos pruebas. Pero supongo que de todo se aprende. O no...


Pero ese talento es el que le lleva a hacer carreras magistarles como en Silverstone o en Hockenheim, ésta última con "pifia" del equipo incluida. Salió a pista un safety car y es el momento en que los pilotos aprovechan para hacer los repostajes. Pues bien, entraron todos menos el McLaren del británico y ésto le obligó a entrar después y a volar sobre la pista para remontar desde la cuarta hasta la primera plaza cuando todos sus rivales ya no tenían que parar más. Él solo consiguió arreglar la cagada del equipo.


En cualquier caso, creo que este año es el año de Hamilton. O la menos debería aprovechar la inferioridad del R28 porque si de ser ciertos los rumores de que el año que viene Alonso fichará por Ferrari sus competidores lo tendrán realmente difícil.

1 comentario:

Ricky dijo...

Este tio es un prepotente...que lo ha tenido demasiado fácil, porque su padre es quien es. Se trata de un buen piloto al que le sobra arrogancia....y va camino de ser el nuevo campeón del mundo. Es lo que tiene la Fórmula1